En vísperas del Día Internacional para la Reducción de Riesgos de Desastres, que se conmemora cada 13 de octubre, el lema de este año propuesto es «Financiar los riesgos, no los desastres».
El Instituto Interamericano para la Reducción de Riesgos de Desastres (IIARRD), insta a que el sector turístico se sume a la iniciativa y cambie el paradigma enfocándose en la prevención y la planificación, especialmente en destinos turísticos donde la población se duplica y la información para los visitantes es escasa.
Las ciudades turísticas son ecosistemas particularmente vulnerables. La concentración estacional de personas, muchas de ellas sin familiaridad con los riesgos locales (desde fenómenos meteorológicos extremos hasta sismos o inundaciones), crea un escenario de alta exposición. A esto se suma la presión sobre la infraestructura y los servicios básicos, que no siempre están preparados para soportar una emergencia de gran magnitud.
«La lógica de la inversión en el sector turístico debe ser proactiva y no reactiva. Cada peso invertido en la identificación de riesgos, en la capacitación de la comunidad y en la adaptación de la infraestructura es un ahorro significativo en vidas, recursos y en la propia reputación del destino a largo plazo», señalan desde el IIARRD.
La continuidad del negocio turístico, vital para muchas economías regionales, depende directamente de la capacidad de un destino para anticiparse, resistir y recuperarse de un desastre.
En este contexto, desde el IIARRD se subraya la necesidad de una acción coordinada entre el sector público y el privado para construir destinos más seguros y resilientes.
Para ello, emite una serie de recomendaciones clave dirigidas a las administraciones de ciudades turísticas y al sector hotelero.
Recomendaciones para Ciudades Turísticas:
- Evaluación y Mapeo de Riesgos: Es fundamental que los municipios realicen y actualicen constantemente sus mapas de riesgo, identificando las zonas más vulnerables a diferentes amenazas. Esta información debe ser pública y de fácil acceso.
- Sistemas de Alerta Temprana Inclusivos: Implementar sistemas de alerta temprana que no solo se difundan por canales tradicionales, sino que también utilicen aplicaciones móviles, redes sociales y señalética multilingüe para alcanzar a los turistas.
- Planes de Evacuación Claros y Señalizados: Desarrollar y señalizar rutas de evacuación seguras desde las zonas de mayor concentración turística (playas, centros históricos, hoteles). Realizar simulacros periódicos que involucren al sector privado.
- Infraestructura Resiliente: Promover códigos de construcción que consideren los riesgos locales y fomentar la adaptación de la infraestructura crítica, como hospitales, vías de comunicación y servicios de emergencia, para que puedan operar durante y después de un evento adverso.
- Información Accesible para el Turista: Crear campañas de información en múltiples idiomas y formatos (folletos, paneles informativos en puntos de llegada, códigos QR con información de seguridad) sobre los posibles riesgos y las medidas de autoprotección.
Recomendaciones para el Sector Hotelero:
- Planes de Continuidad del Negocio: Cada establecimiento, sin importar su tamaño, debe contar con un plan de continuidad que detalle cómo actuar antes, durante y después de una emergencia para proteger a huéspedes y empleados, y cómo reanudar las operaciones de manera segura.
- Capacitación del Personal: El personal del hotel es la primera línea de respuesta. Deben recibir formación constante en protocolos de evacuación, primeros auxilios y manejo de crisis. Es crucial que sepan cómo comunicar eficazmente las instrucciones a los huéspedes en situaciones de estrés.
- Información de Seguridad para los Huéspedes: Proveer a los huéspedes, al momento del check-in, información clara y concisa sobre los procedimientos de emergencia del hotel, las rutas de evacuación y los puntos de encuentro seguros. Esta información debe estar visible en las habitaciones.
- Infraestructura Segura y Suministros de Emergencia: Realizar evaluaciones periódicas de la seguridad estructural del edificio y asegurar la disponibilidad de kits de emergencia con agua, alimentos no perecederos, botiquines y linternas.
- Coordinación con las Autoridades Locales: Mantener una comunicación fluida con los organismos de protección civil y participar activamente en los planes de emergencia de la ciudad.
El mensaje del IIARRD para este 13 de octubre es contundente: la resiliencia no es un gasto, es la inversión más inteligente que el sector turístico puede hacer. «Financiar la reducción de los riesgos» significa construir destinos turísticos que no solo sean atractivos, sino también seguros y sostenibles en el tiempo. La seguridad de los visitantes y la protección de los medios de vida de las comunidades anfitrionas dependen de ello.
