De Yoga sin Fronteras
Cuidar de los demás es una de las labores más humanas y necesarias. Pero, ¿quién cuida de quienes dedican su vida a cuidar? En el sector sanitario y asistencial, donde la presión es constante y las emociones están a flor de piel, el riesgo de experimentar burnout es alto. Reconocerlo y actuar a tiempo es clave, no solo para proteger a los profesionales, sino también para garantizar una atención de calidad.
¿Qué es el burnout?
El burnout es una forma de agotamiento emocional, físico y mental causada por el estrés prolongado en el trabajo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el burnout se caracteriza por:
- Agotamiento emocional: Sentirse constantemente fatigado, incluso después de descansar.
- Despersonalización: Distanciamiento emocional de los pacientes o del trabajo en general.
- Sensación de ineficacia: Sentir que los esfuerzos no son suficientes o que el trabajo no tiene impacto.
En el sector sanitario, el burnout no solo afecta a los profesionales, sino también a la calidad del cuidado que ofrecen.
Señales de alarma para detectar el burnout
Estar atentos a estas señales puede marcar la diferencia entre un problema pasajero y un desgaste prolongado:
- Cambios en el sueño: Insomnio o dificultad para descansar profundamente.
- Irritabilidad: Respuestas emocionales más intensas de lo habitual.
- Sensación de estar «desbordado»: Incapacidad de lidiar con las demandas diarias.
- Desmotivación: Pérdida del interés o la pasión por el trabajo.
- Dolor físico: Tensión muscular, dolores de cabeza o problemas digestivos.
Si te reconoces en estos síntomas o los observas en tu equipo, es momento de actuar.
Estrategias prácticas para prevenir el burnout
El burnout no desaparece por sí solo. Requiere atención y medidas concretas. Aquí te compartimos algunas estrategias prácticas basadas en yoga y mindfulness:
- Micro prácticas de respiración consciente: Dedica 2 minutos al día a inhalar profundamente por la nariz y exhalar lentamente por la boca. Este ejercicio activa el sistema parasimpático, ayudando a reducir el estrés.
- Tiempos de pausa intencionales: Introduce «minutos de silencio» antes de comenzar reuniones o turnos largos. Esta práctica de mindfulness mejora el enfoque y la claridad mental.
- Movilidad consciente: Realiza estiramientos sencillos para aliviar tensiones físicas acumuladas durante largas jornadas. Un ejemplo es el estiramiento del gato y la vaca, que puedes hacer en una silla.
- Yoga Nidra (relajación profunda): Esta técnica guiada de relajación es ideal para recuperar energía en poco tiempo. Solo necesitas un lugar tranquilo donde tumbarte y escuchar la guía.
- Círculos de cuidado mutuo: Promueve espacios seguros donde los equipos puedan compartir experiencias y emociones sin juicio. La conexión humana es clave para prevenir el aislamiento emocional.
