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España convoca el primer pacto nacional frente a la emergencia climática

En un hecho sin precedentes, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, llamó este domingo a un gran pacto nacional entre todos los partidos políticos, sindicatos, empresas, comunidades autónomas y la sociedad civil para enfrentar la emergencia climática. El anuncio se produjo en Ourense, epicentro de los incendios forestales que ya han arrasado más de 50.000 hectáreas y obligado a evacuar miles de personas.

Sánchez confirmó el despliegue de 500 efectivos adicionales de la Unidad Militar de Emergencias (UME), en lo que describió como “el mayor operativo europeo de protección civil desde su creación”. Subrayó que “la emergencia climática no entiende de ideologías ni de fronteras” y pidió “unidad real” para construir un marco común de prevención, adaptación y respuesta.

Reacciones

La propuesta generó inmediata atención en Bruselas, donde se destacó el carácter pionero del anuncio. Nunca antes un gobierno europeo había convocado explícitamente a la oposición a firmar un pacto nacional en respuesta a una emergencia climática.

No faltaron, sin embargo, las críticas internas: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acusó a Sánchez de “utilizar el dolor como arma política” y se desmarcó del acuerdo. Esta reacción refleja la dificultad de superar la polarización en España, incluso en un contexto de catástrofe.

Contexto histórico

España fue uno de los primeros países europeos en declarar la emergencia climática (2020) y aprobó en 2021 la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que establece la neutralidad de emisiones para 2050. En 2025, el Gobierno integró los riesgos climáticos en la Unidad de Lucha contra Emergencias (ULE), un organismo que ahora se convierte en pieza clave de la estrategia.

Significado internacional

El llamado de Sánchez podría ser recordado como el primer intento en una democracia consolidada de transformar la lucha contra el cambio climático en un pacto de Estado. En un mundo donde las catástrofes naturales se intensifican y los sistemas políticos se fragmentan, la iniciativa española abre un debate urgente:

¿Puede el cambio climático convertirse en el terreno común que obligue a las democracias a cooperar?

¿Será este el inicio de una nueva etapa de gobernanza climática, o quedará en un gesto político más?

Conclusión

Para la comunidad internacional de gestión de riesgos, lo ocurrido en Ourense marca un punto de inflexión: por primera vez, un gobierno llama a dejar de lado las divisiones partidarias para enfrentar juntos una amenaza climática. Si el pacto se materializa, España podría ofrecer un modelo de coordinación en un tiempo donde la preparación y la resiliencia ya no son opciones, sino condiciones de supervivencia.